Geografías del trabajo de cuidado, género y migración. Entrevista a Raquel Martínez Buján

Primera época, número 8, julio-diciembre 2019, pp. 125-133.

Autora: Mirza Aguilar Pérez 1.

Geographies of care work, gender and migration. Interview to Raquel Martínez Buján

Raquel Martínez Buján es Doctora en Sociología, su tesis doctoral, «Bienestar y Cuidados: el Oficio del Cariño. Mujeres Inmigrantes y Mayores Nativos” fue publicada en 2010. Actualmente es Profesora Investigadora en la Facultade de Socioloxía de la Universidade da Coruña donde forma parte del Equipo de Sociología de las Migraciones Internacionales (ESOMI). Es miembro de la Red de Estudios de Cuidados, Género y Ciudadanía. Sus áreas principales de investigación son el análisis de las dinámicas de las migraciones internacionales, la política social y el empleo y la sociología del cuidado y la familia. Sus trabajos de investigación se han centrado en explorar las relaciones entre los flujos migratorios femeninos y las necesidades de cuidados dentro de las familias, las migraciones latinoamericanas y su inserción en el mercado laboral europeo, además de la migración de retorno.  Su última publicación es “Here or there? Gendered return migration to Bolivia from Spain during economic crisis and fluctuating migration policies” (2019). En esta entrevista se da un seguimiento a los principales temas que la autora ha abordado en su trayectoria académica, la cual es significativa para entender los flujos migratorios de América Latina a España y además transversaliza las cuestiones de género como elemento central de su análisis, lo cual resulta ahora más que nunca, necesario para entender los procesos migratorios contemporáneos y en particular el trabajo del cuidado como algo central en la organización social.

M.A: En el 2003 escribiste un artículo que habla sobre la reciente emigración latinoamericana en España. Destacabas las diferencias con otro tipo de emigración así como las características sociodemográficas de su inserción en los mercados de trabajo. La pregunta concreta es ¿Cómo ha evolucionado la tendencia de esta inmigración latinoamericana en España?

R.M: En ese momento me parecía importante destacar que no todos los colectivos migrantes, o todos los grupos migrantes, tenían las mismas posibilidades en España de integrarse e insertarse social y laboralmente y sí me parecía que la población de América Latina estaba teniendo una serie de beneficios jurídicos que no obtenían grupos sociales que provenían de otras regiones como puede ser África. Comúnmente se asociaba —o así lo hacía el gobierno de aquel entonces del Partido Popular— la más fácil integración latinoamericana a cuestiones como el idioma o la religión, pero también el color de piel.

Aparte de ello, una cosa que no se solía mencionar y que no se menciona es que nuestro régimen jurídico tiene una serie de vínculos coloniales con algunas regiones y países que hacen más efectiva la inserción de esta población en España, por el simple hecho de proceder de un determinado lugar. Es decir, pocas veces se ve el régimen jurídico español como un régimen colonial, como nuestra ley de extranjería como algo colonial, porque realmente no tenemos colonias en el exterior como Reino Unido, no tenemos ese pozo histórico tan actual colonial, sino que es mucho más antiguo.

La cuestión es que, además, en nuestro régimen jurídico a partir de esos vínculos históricos se ha ido desarrollando una serie de discriminaciones hacia determinados grupos sociales. Por ejemplo, es mucho más fácil obtener la nacionalidad española para personas de América Latina que para las que proceden de África. En el caso de los provenientes de África, necesitan diez años para poder obtenerla, mientras que para las procedentes de América Latina, se exigen dos años de residencia legal continuada en el país.

Entonces en el año 2003, desarrollé mi primer trabajo como investigadora incluso antes de mi tesis doctoral, me parecía interesante resaltar varias cuestiones: una de ellas es que estaba llegando población de América Latina a un ritmo muy elevado y que se había duplicado y triplicado en muy poco tiempo. Entre el 2002 y el 2005 más o menos, creció abismalmente el número de residentes en España,  además de que se estaba promoviendo una política de extranjería que primaba el asentamiento de la población de América Latina en detrimento de la población de otros países como puede ser Marruecos, que también estaba predominando mucho en el país en ese momento, ¿cómo lo hacían? pues a través de las regularizaciones.

En el año 2000 hubo una política de regularización de población migrante y otra en el año 2001, y justamente la del año 2001 potenció el asentamiento de población proveniente de América Latina porque introdujo un elemento que era el arraigo, que es básico para nuestra ley de extranjería, que dice algo así como que una persona puede estar en nuestro país, puede obtener su permiso de residencia si ha permanecido por lo menos dos años en España.

Tiene su empadronamiento con una fecha de dos años anteriores a la propia regularización y eso hizo que se regularizase sobre todo a la población proveniente de América Latina, porque el tema del arraigo, de tener raíces o vínculos con España era beneficioso sobre todo para dicha población. Además sucedió en un momento en el que estaba muy cuestionada la población migrante africana, porque hubo un suceso, que son los sucesos del ejido, que explicaba en ese artículo, en donde hubo unos altercados entre población africana marroquí y varias personas españolas, andaluzas, y el gobierno y la propia sociedad civil tenía un rechazo muy fuerte hacia el migrante marroquí; en los campos andaluces de recogida de la fresa, en el ejido que es un área de agricultura y que incluso son altercados que siguen permaneciendo hoy en día, salen en las noticias últimamente cómo mujeres de procedencia marroquí y de procedencia rumana han denunciado abusos sexuales entre sus empleadores, con lo cual es un conflicto racial, que permanece durante el tiempo en esa zona concreta del país.

En el año 2003 España todavía se estaba convirtiendo en un país de inmigración, con lo cual, la mayor parte de la población marroquí estaba entrando a través de la frontera. Entonces Andalucía estaba teniendo muchos problemas de gestión migratoria porque se estaba recibiendo una población migrante a la cual no se estaba acostumbrado y no se estaba preparado administrativamente para gestionar.

Entonces desde el año 2003, en el que eso pasaba y hasta la actualidad ¿cómo se ha modificado el panorama migratorio en España para la población de América Latina? Yo creo que han pasado por diversas fases: una es hasta la crisis económica y la otra es posterior a esta crisis económica que es la que estamos viviendo ahora mismo. Es decir, yo creo que hay una fase hasta el año 2007 de crecimiento continuo de la población de América Latina y su presencia en España y que en algunas nacionalidades o en algunos países de procedencia son sobre todo mujeres las que están llegando al país para trabajar en sectores muy sexuados como puede ser el servicio doméstico, el trabajo de cuidados y la prostitución también; y luego va temperando el ratio de mujeres en estas nacionalidades porque va reagrupando también a sus parejas o a sus familias y a los miembros masculinos.

Creo que hasta el año 2007 hay un proceso de constante crecimiento, claro que es preciso advertir que dentro de cada país también se encuentran diferencias notables. Por ejemplo, Ecuador tuvo un boom en los años 2000 a 2004; Bolivia es más tardío 2005-2007; antes Colombia, también es anterior, Perú a finales de los años noventa, República Dominicana también es de finales de los noventa. Es decir que cuando se desgrana por países de procedencia ves diferentes etapas, pero en términos generales, sí se puede advertir una muy grande que es hasta el año 2007 y ahí se caracteriza el régimen migratorio español por una latinoamericanización constante incrementando cada vez más la población que procedía de América Latina también, porque también había la exención de visado en algunos países y convenios bilaterales que ayudaba a su permanencia en el país.

Había una facilidad de entrada en la frontera, puesto que, aunque el gobierno español siempre ha asegurado que las fronteras españolas son fuertes y cerradas, en realidad eso no era así, puesto que se accedía muy rápido a la construcción o al servicio doméstico, era un boom económico también en expansión económica en esos ámbitos, en el ámbito de la construcción, sobre todo, y bueno hasta ahí hay una primera etapa, hasta el año 2007.

Después del año 2007 hasta el año 2016 más o menos, yo creo que se vive una etapa de fuerte retraimiento donde algunas regiones o algunas nacionalidades empiezan a retornar, pero no solamente asociado a la crisis económica. Y es muy necesario dejar esto claro, la crisis económica ha determinado gran cantidad de los flujos migratorios y tiene una influencia, es un factor a tener en cuenta, pero no es el único.

El retorno ha existido siempre en toda la etapa migratoria del país, ha sido un poco más fuerte durante la etapa de recesión, uno por la crisis, pero no únicamente por la crisis económica, sino también por las restricciones que había de entrada al país y de la dificultad de reagrupar a los miembros, de salir y de volver a entrar para poder organizar la familia trasnacionalmente. Eso es muy importante decirlo porque habitualmente las políticas migratorias las hacen al unísono de los requerimientos económicos, con lo cual hay una política de retorno activa.

Cuando aparece la crisis económica y la crisis financiera —prácticamente no tuvo éxito, es decir, el retorno voluntario regular no tuvo éxito—  muy pocos migrantes se acogieron a los programas de retorno migratorio regular ¿por qué?, bueno porque precisamente era ajeno a sus necesidades familiares, personales y a sus trayectorias de vida. Estos programas imposibilitaban la llegada de nuevo a España si se acogía a ellos por lo menos durante tres años y la población migrante prácticamente no los ha utilizado.

Con lo cual es bueno decir que la crisis económica no solamente ha supuesto más precariedad y vulnerabilidad laboral y social entre los grupos migrantes, sino que también es importante destacar que les ha restringido su capacidad de vida trasnacional porque ha supuesto una restricción de las políticas migratorias más fuerte. Por ejemplo, ha impuesto el visado en todas las nacionalidades de América Latina, lo que significa que la reagrupación familiar que antes se realizaba de manera informal —llegando con un visado de turista —, deja de poder hacerse y eso supone que entran muchos menos y empieza a salir gente porque las trayectorias de vida de las poblaciones migrantes es igual que el resto de población no migrante, es decir, hay gente que se pone enferma, hay gente que necesita visitar su país de origen o arreglos trasnacionales que son necesarios realizar: ganas de ver a la familia o estar un tiempo en el país de origen.

Todo eso es lo que imposibilitó la restricción de las políticas migratorias a partir de la crisis económica y eso supuso un aumento más elevado de salidas que luego no podían volver, porque mucha gente salió sin saber que se iban a restringir más las entradas, porque aunque la crisis estalló en 2007-2008, estás políticas restrictivas aparecen en 2010 y el año más duro 2012, pero la gente que ya estaba saliendo no sabía cómo iban a actuar los gobiernos; luego tuvieron muchas dificultades para volver a entrar y ya no pudieron, con lo cual en muchos casos son retornos también forzados, por la restricción política y vidas truncadas.

Ahora, la tercera fase es 2016-2017 que es el último período del que tenemos datos y en 2018, y yo creo que es una fase de recuperación laboral y de recuperación del trabajo (del mercado laboral). Ahora bien, siguen las políticas restrictivas migratorias, lo cual, los flujos migratorios están siendo bastante precavidos a como lo eran anteriormente.

Un cambio fundamental en nuestro régimen migratorio desde la crisis económica es el asentamiento de la población migrante y su regularización, es una etapa en la que ya se empieza a regular, hay muchos más permisos permanentes y prácticamente la población irregular ha quedado a un reducto muy pequeño en el país; porque claro, al restringir las entradas pues ya no puede entrar población en situación irregular y los que están aquí ya se van regularizando. Y en los últimos años ha habido también el Plan Intensivo de Nacionalidad (PIN) que ha potenciado la nacionalidad de mucha población de América Latina. No es que la haya fomentado, es que ha organizado la gestión de las solicitudes que estaban colapsadas administrativamente y en los últimos años hay un número muy elevado de personas de América Latina que han obtenido la nacionalidad, se ve sobre todo en el caso boliviano, por ejemplo. Y esas son las etapas que creo podemos mencionar.

M.A: En el “El oficio del cariño” destacas la existencia de un vínculo entre la feminización de la mano de obra inmigrante y el nicho del cuidado, la pregunta es: ¿Cuáles son los cambios y persistencias de esta emigración latinoamericana y los cambios o no, en la organización social de cuidado en España en cuanto a la legislación, por ejemplo?

R.M: La latinoamericanización de la emigración en España estuvo relacionada no solamente con unas políticas migratorias favorables para la población migrante de esta región, sino también con un mercado laboral que demandaba a mujeres procedentes de estos países ¿Por qué? Bueno, en España empezó a surgir ya a finales de la década de 1990 un nicho de mercado muy fuerte en torno al servicio doméstico y a las necesidades de los hogares, más centrado en limpieza, en mantenimiento básico y empieza a surgir también un nicho o un vacío en los domicilios para atender ciertas necesidades de cuidados sobre todo de personas mayores; yo creo que el contexto español destaca sobre todo por las necesidades de cuidados de los más mayores y de conciliación de la vida laboral y familiar y de la escasa implicación masculina en las tareas de cuidados y de asistencia personal.

Entonces empiezan a confluir varios factores que hacen proclive la inserción de estas mujeres en este trabajo, por ejemplo, empiezan a llegar mujeres de América Latina, las necesidades de los hogares más un Estado de Bienestar insuficiente para atender los cuidados de larga duración. Todo confluye de manera paralela y va discurriendo de como parece introducir a las mujeres migrantes en este ámbito, de tal manera que cuando empecé a hacer mi tesis doctoral empezaba a hacer una cuestión de trabajo en 95% de los casos de las mujeres latinoamericanas que en España empezaron trabajando cuidando a una persona mayor.

Al mismo tiempo el Estado de Bienestar ignora esta situación, es decir, en nuestro país pueden llegar 2 millones de mujeres migrantes, 95% se inserta en el trabajo de cuidados y el Estado no dice nada, ni hay un debate en la sociedad civil sobre el tema, ni nada parece indicar que existe. Cuando en realidad estaban cubriendo un trabajo de cuidados en la mayor parte de los casos no profesional y empezando a crearse un mercado de empleo y sector mercantil de empleo en torno a esta tarea que está totalmente desregularizada, que está sujeta a las arbitrariedades de los empleadores, y que las propias familias ya no saben y son las únicas que gestionan de manera individualizada este empleo sin ninguna seguridad, ni siquiera para ambas partes: ni para el propio mayor que puede ser una persona vulneble, que requiera a veces de ciertos conocimientos y de una formación específica para ser cuidado. Mientras tanto el Estado de Bienestar parece inamovible, hace caso omiso.

Entonces en España empieza a surgir una organización de los cuidados muy familista, en el que son las mujeres de las familias las que desempeñaron esta tarea, pues cuando ellas no pueden hacerlo porque se encuentran superadas, porque trabajan o no quieren, empiezan a demandar ellas mismas a motu proprio, un trabajador externo empezando a mercantilizar la tarea, pero sin demandas al Estado de bienestar. Entonces el Estado de bienestar o la sociedad civil discurren de una manera intacta sin hacer caso a toda esta dinámica que estaba surgiendo y eso es lo que he reflejado un poco en el libro.

Se estaba viendo además que el servicio doméstico estaba siendo inapropiado para regular esta actividad, porque era mucho más intensiva en tareas, se necesita más formación y además estaba revitalizándose el régimen de interna que era ya obsoleto de la época colonial de la servidumbre. Empieza a surgir esta necesidad, las mujeres latinoamericanas fueron las preferidas para cubrir este mercado laboral puesto que también se racializa su carácter y su personalidad y se piensa que son pacientes, cariñosas, amorosas; que son las mismas cualidades que demandan las familias españolas para cuidar a su persona mayor.

Cuando empecé a realizar el trabajo de campo me llamó mucha la atención que ninguna familia solicitaba una determinada formación a la cuidadora que iba a contratar, solamente pedía que fuese paciente y cariñosa, las mujeres de América Latina cumplían ese estereotipo muy firmemente. Después me di cuenta que las familias querían que se sustituyese a las hijas que no era que tuvieran una formación en cuidados, pero eran pacientes y cariñosas, eso era lo que demandaba a las propias cuidadoras externas, que alguien sustituyera su figura dentro del hogar. En ese punto se empieza a configurar en España un régimen de cuidados, asociado los trabajos migratorios y que va a consistir en tener una mujer migrante dentro de la familia o en las casas en que trabaja. Y en una privatización cada vez más alta, hasta que llega la Ley de dependencia entra en vigor en el año 2007 y ahí también se silencia esta figura, no aparece recogida para nada en la protección social pública y además empieza a haber una serie de prestaciones económicas para las familias que tienen mayores, muchas personas contrataban con ese dinero de manera irregular a una mujer migrante; la administración pública lo sabe, pero tampoco hace nada, no le importa.

Es decir, el propio dinero público estaba siendo utilizado para contratar a mujeres migrantes porque no se hace un seguimiento de ese dinero o de esa prestación, con lo cual se empieza a crear un régimen de cuidados de larga duración muy centrado todavía en la familia con una privatización precaria y con una protección pública que intenta potenciar las prestaciones económicas y no los servicios sociales.

Pero todavía la Ley de dependencia sigue expulsando a las clases medias, es decir, se ha restringido a las clases menos pudientes (pero menos pudientes, muy poco pudientes), estamos hablando de clase media de un anciano que puede cobrar una pensión de 800 euros y con esa pensión ya no entras dentro de la Ley de dependencia prácticamente en sus servicios, porque ya te compensa contratar servicio en el hogar doméstico.

M.A: ¿Nos podrías compartir los hallazgos de tu investigación sobre la migración de retorno de Bolivia y abundar un poco sobre las motivaciones y las estrategias ante la crisis económica?

R.M: Una vez que terminé la tesis doctoral que era sobre ese tema y analizado sobre el mercado laboral del cuidado y del servicio doméstico, claro estalló la crisis económica y todo lo absorbió y empezaron a salir estudios sobre flujos migratorios, el retorno la incidencia de la crisis en el corte de las trayectorias migrantes o la ruptura de trayectorias migrantes de la población en España.

A mí eso me parece interesante, los estudios de retorno a demás históricamente se han potenciado en época de crisis económica, si no hay crisis económica no se habla de retorno pero existe también, entonces cuando estalló la crisis financiera y esa crisis global tan dura que ha sido en España en el mercado de trabajo, que ha sumido a un 30% de la población migrante en el desempleo y además ha motivado a la población española a refugiarse en los ahorros de los mayores y en las pensiones para poder sobrevivir; mucha población empezaba a abandonar el país.

En ese momento me pareció oportuno que era ver cómo desde una perspectiva de género se podía analizar el retorno, ya que estos estudios no tomaban esta perspectiva de género y se pensaba que solo era por la crisis, pero en el caso español a mí me parecía importante profundizar en esos aspectos diferenciales entre la posición laboral y social de hombre y mujeres en los países de origen y en los países de destino.

El destino también ocupaba posiciones diferentes, porque la crisis económica afectó en España a los hombres prácticamente, fueron los más afectados porque afectó al sector de la construcción donde estaban ellos. La pérdida de empleos en el sector de la construcción estaba afectando además el orden tradicional de roles en las familias y del modelo familiar del hombre proveedor, el modelo más clásico; y estaba potenciando el trabajo femenino de una manera coyuntural motivado por la crisis, entonces me apetecía averiguar cómo se estaba trasladando eso, cómo los hombres estaban reinventando su masculinidad, a través del trabajo en el país de destino: los hombres migrantes. Porque eso era siempre algo que les daba estatus una vez que regresaban a sus lugares de origen.

Ahí es donde me centré sobre todo en el caso de Bolivia a nivel cualitativo, aunque si hay algunos artículos, uno que he escrito con Antonio Izquierdo en donde se compara el retorno con todos los países de América latina, de hecho, es una continuación de ese artículo del año 2003 sobre la latinoamericanización, los revisamos en el año 2014, viendo cómo habían sido los datos diez años después, cómo estaba el panorama y a quién había afectado a demás.

En esa búsqueda de ver cuáles habían sido las crisis económicas me encontré con que las motivaciones de retorno, las narrativas y los propios discursos de la población migrante: primero, que era muy diferente entre hombres y mujeres, lo cual daba resultados muy interesantes a nivel cualitativo; y segundo que los cuidados siempre estaban presentes en las trayectorias migrantes de las mujeres.

No me encontré una sola mujer que me haya dicho que retornó por la crisis económica, ni una de las 25 que he entrevistado; en cambio de los hombres que entrevisté sí, sí salía mucho el trabajo por crisis o porque consideraba que su ciclo en España había terminado y entonces reinventaban su masculinidad en origen como empresarios, es decir, querían montar un pequeño negocio debido a la precariedad que ya se estaba viviendo en España; deciden regresar a Bolivia y montar un pequeño negocio en microemprendimiento, y se encontraban dos posturas totalmente diferentes.

Las mujeres nunca hablaron en ningún momento de su trabajo como un elemento que marcase su trayectoria migratoria de regreso ni tampoco el microemprendimiento. Eso no era porque no hubiese mujeres que no hubieran emprendido empresas o hubieran montado negocios en origen, simplemente no los veían como una motivación a la cual hacer frente en sus vidas, ni salía en la entrevista si no es que yo les preguntaba ¿cuáles son sus motivos de retorno?, mi marido quería la custodia de mi hijo, estaba amenazándome con que si no retornaba iba a ir por la custodia y todo esto se revertía en una situación de pagar dinero a sus ex parejas en algunos casos o incluso parejas que mantenían en origen.

Ellas estaban negociando su movilidad internacional con sus maridos, con sus propios padres o familias, sobre todo las que tenían hijos en origen; y los hombres hablaban sobre todo de un retorno anclado al trabajo y a la empresa, sí aparecían evidentemente los hijos, es decir, tampoco es que sean unos desalmados que no tienen sentimientos por su familia, por sus mujeres, pero no lo veían como algo que determinase ninguna de esas decisiones que tomaban en su vida.

Contrario de lo que pasaba con las mujeres y como comentaba anteriormente la crisis económica forzó que no pudieran en muchos casos volver a retornar precisamente por el cierre de fronteras, las imposiciones de visado, etcétera o las reagrupaciones familiares en España imposibilitó que trajesen a sus hijos a España. Con lo cual, llegaba un momento en el que los hijos crecen, llevas unos años en el país, ya son adolescentes, pues tienes que regresar porque no pueden continuar a cargo de otros, si no los puedes traer y reagrupar. La crisis económica y las restricciones migratorias rompen un puente trasnacional, te quedas aislado, imposibilitan las redes de intercambios trasnacionales.

Reflexión preliminar

El título de la entrevista realizada a Raquel Martínez Buján no es aleatorio, nace como inspiración de su propio trabajo. De 2013 a 2016, Raquel Martínez realizó el proyecto “Geografías del trabajo de cuidados y sus implicaciones en la creación de empleo”, el cual se centró en el análisis sobre la organización social de los cuidados dentro de los hogares destinados a las personas mayores; analizando la cobertura e intensidad de las principales entidades que participan en su provisión: el Estado, el mercado y la familia. Además, la autora indaga sobre la emergencia de variados modelos de organización social de los cuidados entre las Comunidades Autónomas. No sólo estas geografías del cuidado varían dentro de un mismo país, sino que la autora observa en posteriores trabajos cómo las mujeres que cuidan son de diversas nacionalidades y cómo los flujos migratorios femeninos se insertan en mercados laborales que son importantes para el sostenimiento de la vida, como el trabajo doméstico y de cuidados.

El trabajo de Raquel Martínez Buján nos invita a reflexionar más allá de las explicaciones meramente economicistas sobre la migración de retorno. A contemplar las posibilidades que la perspectiva de género ofrece para complejizar su análisis y los diversos factores que inciden en los flujos migratorios femeninos.

Seguir la trayectoria de Raquel Martínez Buján es andar entre caminos de investigación rigurosos y políticamente relevantes, para comprender no sólo el modelo migratorio español, sino las particularidades de los puentes trasnacionales entre América Latina y España. Nos da pistas para entender igualmente los vínculos sobre la migración de retorno y sobre el trabajo del cuidado, nos habla de trayectorias migratorias ligadas a necesidades básicas, familiares y sobre todo a la importancia de la investigación con perspectiva de género.

Esta es una reflexión preliminar, porque la obra de Raquel Martínez Buján está abierta y continúa ofreciéndonos análisis enriquecedores. Estas páginas no son suficientes para abarcar su propuesta teórica, queda pendiente revisar, por ejemplo, sus trabajos sobre cuidado comunitario. Así pues, esta entrevista es una invitación a leer el trabajo de la autora, en el que encontraremos un campo vasto para indagar cuestiones propias de la sociología de la migración, el cuidado y la familia.

Fecha de recepción: 25 de marzo de 2019.

Fecha de aceptación: 10 de junio de 2019.


 

  1. Doctora en Ciencias Sociales por la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco. Profesora Investigadora adscrita a la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP). Miembro del Sistema Nacional de Investigadores, nivel I. Líneas de investigación: trabajo del cuidado, trabajo doméstico, relaciones de género, cuerpo y migración urbana. Contacto: mirza.aguilar@correo.buap.mx.