Perfiles e intereses académicos de jóvenes migrantes de retorno: ingreso a la Universidad Veracruzana 2017-2018

Segunda época, número 16, julio-diciembre 2023, pp. 172-195.

Fecha de recepción: 03 de abril de 2023.
Fecha de aceptación: 20 de noviembre de 2023.

Autor: Ángel Augusto Landa Alemán1, Lilia Irlanda Villegas Salas2.

Resumen

La migración de retorno en México representa una realidad social que ha permeado el sistema educativo mexicano en el transcurso de las últimas dos décadas. Los jóvenes migrantes de retorno constituyen un grupo importante en las dinámicas escolares dentro de las aulas en los diferentes niveles educativos. Por lo anterior, este artículo exploratorio, derivado de una investigación más amplia, presenta un análisis sobre los jóvenes migrantes de retorno que ingresaron a la Universidad Veracruzana en 2017 y 2018 para realizar sus estudios superiores, que resalta las áreas académicas y las carreras de nivel licenciatura más solicitadas. Al comparar dichos hallazgos se constata que áreas como Humanidades, Económico-Administrativa, Técnica y Ciencias de la Salud se encuentran entre las más concurridas, destacando así una diversidad en los intereses académicos de los jóvenes. Con este artículo se pretende contribuir a los estudios de la migración de retorno, particularmente a aquellos enfocados en dar seguimiento a la formación universitaria de los migrantes de retorno en México.

Palabras clave: migración de retorno, educación superior, Universidad Veracruzana, jóvenes migrantes, perfiles académicos.

Profiles and academic interests of young return migrants: admission to the Universidad Veracruzana 2017-2018

Abstract

Return migration in Mexico has permeated the Mexican education system over the last two decades and represents an important social reality. Young returning migrants constitute a significant group within school dynamics and classrooms at different levels of education. This exploratory article, resulting from a broader research, analyses young return migrants who entered the Universidad Veracruzana in 2017 and 2018 to pursue higher education. It highlights the most popular academic fields and undergraduate degree programs among this cohort. A comparison of these results shows that areas such as Humanities, Economics, Technical Subjects and Health Sciences are among the most common, reflecting the diverse academic interests of these young people. This article aims to contribute to research on return migration, particularly studies that focus on monitoring the higher education of return migrants in Mexico.

Keywords: return migration, higher education, Universidad Veracruzana, young migrants, academic profiles.

Introducción

Sin duda alguna, la migración de retorno de Estados Unidos de América (en adelante EUA) a México representa un fenómeno de estudio interdisciplinario debido al impacto que ha generado en diferentes sectores de la sociedad mexicana. En nuestro país, el retorno ha constituido un campo de estudio significativo y, a la vez, complejo durante buena parte del siglo XXI. En el campo educativo, el estudio del retorno realizado por diversos académicos, investigadores y especialistas se ha traducido en hallazgos y aportes importantes para la comunidad científica y otros actores clave en la toma de decisiones. Muchos de los estudios han dado cuenta de cómo se vive la integración de niños, niñas y jóvenes migrantes, y han identificado diferentes problemas burocráticos para acceder a la escuela, como el rezago escolar o los diversos desafíos lingüísticos, culturales, pedagógicos e identitarios, entre otros, que esta comunidad enfrenta (Zúñiga y Carrillo, 2020; Sánchez y Zúñiga, 2010; Zúñiga, 2013; Hamann, 2022; Camacho y Vargas, 2017; Jacobo, 2017; Jacobo, 2022; Despagne y Jacobo, 2016).

De acuerdo con Vargas (2022) y Vargas y Camacho (2019), entre el año 2005 y 2015, la población retornada de EUA compuesta por niños, niñas y jóvenes de 6 a 24 años alcanzó un total de 430 000 habitantes, repartidos en distintos niveles educativos. De éstos, han sido los niveles básico, medio y medio superior sobre los cuales existen mayores datos y estudios que revelan las distintas barreras (estructurales, culturales y sociales) a las que esta población se enfrenta en el sistema educativo mexicano (Zúñiga y Hamann, 2009; Aguilar, 2014; Vargas y Camacho, 2015; Vargas y Aguilar, 2018).

Para ilustrar este contexto, Vargas (2022) describe que la mayor proporción de retornados, entre 2010 y 2015, se ubica principalmente en los niveles de primaria y secundaria, con 83 000 retornados; 16 000 en el nivel medio superior; y 51 000 en el nivel superior. Estos datos revelan, en efecto, la presencia de jóvenes retornados que retoman sus estudios en México a edades tempranas y de jóvenes que al retornar a México buscan también la oportunidad de continuar con estudios superiores en alguna universidad pública.

Si bien varios de los temas de investigación a los que se hace referencia anteriormente se centran más en la incorporación de los niños y jóvenes retornados al sistema educativo mexicano y a los procesos inserción educativa, y señalan las problemáticas más relevantes en la escolarización de los niños, niñas y jóvenes migrantes, los estudios sobre las experiencias educativas o sus trayectorias escolares en la universidad son escasos. Se destacan investigaciones que dan cuenta de la valoración de la competencia comunicativa en inglés de los jóvenes retornados, lo cual les permite obtener un certificado para enseñar esta lengua e insertarse en el campo de su enseñanza (Jacobo, 2022; Mora, Trejo y Mora-Pablo, 2018; Christiansen, Trejo, Mora-Pablo, 2017). Otros se enfocan en el mercado laboral, como las empresas de atención a clientes (call centers), donde se utiliza asimismo el idioma inglés. Otros autores rescatan las experiencias vividas de estudiantes retornados universitarios en las escuelas en México y analizan las etrategias utilizadas para su inserción en el sistema educativo (Cortez et al., 2015; Cortez y Hamann, 2014; y Minjárez, 2012).

Estos antecedentes reflejan de manera general un breve panorama de las dificultades que los estudiantes migrantes de retorno atraviesan durante su transitar en el sistema educativo en México. Particularmente, dimensionan la necesidad de visibilizar las experiencias escolares de los retornados en la universidad y de conocer más sobre los desafíos en sus trayectorias y perfiles escolares en el nivel superior.

Este artículo se centra en analizar y describir los intereses académicos de los migrantes de retorno en relación directa con su perfil universitario (carreras y áreas académicas), aspecto poco abordado y asociado con las trayectorias escolares a nivel superior. ¿Quiénes son los estudiantes migrantes de retorno que se encuentran matriculados en la Universidad Veracruzana (uv)?, ¿qué carreras cursan estos estudiantes?, ¿cuáles son las áreas académicas a las que pertenecen dichas carreras? Responder a estos cuestionamientos refleja el interés por hacer visible la realidad académica de los estudiantes de retorno y, al mismo tiempo, de dar seguimiento a su formación académica. Expresa además la intención de contribuir al campo de los estudios de la migración de retorno en la educación superior.

Cabe mencionar que este artículo se deriva de un proyecto de investigación doctoral cuyo tema de análisis versa sobre las trayectorias escolares de los estudiantes y egresados retornados en la uv, el cual se encuentra en proceso de finalización.[1] Para realizar el presente estudio, se partió de un estudio exploratorio en el cual se integraron distintos métodos de investigación. En primer lugar, se utilizó el método documental, con el cual se recuperaron algunas investigaciones que permitieron destacar elementos clave para contextualizar el retorno en México y en el sistema educativo. En segundo lugar, el artículo se complementa con un análisis estadístico descriptivo de dos bases de datos relativas al ingreso de estudiantes que vivieron en el extranjero a la uv en 2017 y 2018, ambas provistas por el Programa de Atención a Migrantes de la misma universidad (PAMIR-UV).

Algunas pistas para entender el contexto del retorno

Hablar de los retornados, y más específicamente de los jóvenes estudiantes que han regresado desde EUA, no consiste meramente en presentar números carentes de significado. Por el contrario, al proporcionar datos concretos acerca de estudiantes mexicanos o mexicoestadounidenses que, ya sea por decisión propia o por circunstancias fuera de su control, han regresado a México, estamos dando voz a grupos que a menudo pasan desapercibidos en nuestro entorno social. En este sentido, es esencial ser conscientes de que el fenómeno de la migración es una realidad palpable que trasciende fronteras geográficas, sociales, culturales y lingüísticas. No podemos pasar por alto su existencia.

Se sabe que entre México y EUA existe una relación de muchos años atrás que va más allá de los intercambios comerciales. Se trata de un fenómeno particular por sus condiciones geográficas y por el flujo migratorio que lo caracteriza. Los flujos migratorios de México hacia EUA se han sostenido por más de 100 años (Durand y Massey, 2003) y estas características hacen que las dinámicas económicas, sociales, políticas y culturales sean muy estrechas entre ambos países. A pesar de que el fenómeno del retorno no es algo nuevo, éste se intensificó a raíz de la crisis financiera de 2007, de los cambios en las políticas migratorias y del endurecimiento del control fronterizo.

Es importante resaltar también que entre 2010 y 2015 llegaron a México 615 800 migrantes retornados, los cuales incluyen a nacidos en México que migraron a EUA, quienes después de un tiempo y por circuntancias diversas tuvieron que volver a México; en estas cifras se contemplan también a los nacidos en EUA, menores de edad, llegados a México entre 2010 y 2015. Ahora bien, lo que llama la atención es que entre 2005 y 2015 hubo un incremento acelerado de retornados que se caracterizó por la heterogeneidad en sus destinos de llegada y por su composición demográfica (Bautista y Giourguli, 2022).

Desde 2007 inició un continuo proceso de deportaciones, lo cual trajo como consecuencia una creciente ola en la migración de retorno a México que se tradujo también en el aumento de los registros estadísticos de diferentes tipos de indicadores, así como en desafíos constantes para la política pública. En este mismo sentido, vale la pena ilustrar que, de acuerdo con algunas estimaciones de los censos de 2000 y 2010, “en el 92.4% de los municipios (2, 272) aumentó el porcentaje de viviendas con migrantes de retorno, mientras que en solo 4.6% (114) se redujo. En 72 municipios (2.9%) no hubo cambios (CONAPO, 2014, p. 49)”. Esta tendencia también fue reportada en otros índices y encuestas, como en el análisis de Terán (2022) para el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en inglés), en el que se señala que el 2010 fue el año que registró el mayor número de retornados, con 832 790 personas, entre quienes 70% eran de género masculino y representaron 0.72% de la población (Terán, 2022, p. 47, con base en INEGI, 2010). Aunque haya estados con mayor número de retornados en diferentes periodos que pertenecen a las regiones denominadas como de migración tradicional (Bautista y Giorguli, 2019), las demás entidades federativas también cuentan con una tendencia constante de retornados, lo cual indica que han formado parte también de este fenómeno del retorno. Así, encontramos que sucesivamente se han ido incorporando territorios a esta problemática, a tal grado que para 2010, 96% de los municipios interactuaban con dicho fenómeno (Terán, 2022, p. 8). Esta realidad constituye así un cambio en la geografía migratoria tanto en el origen como en el destino (Zúñiga y Hernández, 2005).

Aunque menor al alto número de retornados registrado en 2010, también hubo una importante cantidad de casos en 2015. En este año se registraron 448 550 retornados, lo cual representó 0.36% de la población nacional (Terán, 2022, con base en INEGI, 2015). Otro aspecto importante que resaltan Bautista y Giorguli (2019), basados en la Encuesta Intercensal 2015, es la distribución por sexo de la población retornada. Mencionan que en todas las entidades el retorno de los hombres es superior a 50%. Sin embargo, las mujeres tienen porcentajes por arriba de 40% en entidades como la Ciudad de México (46.2%), Nuevo León (42.3%), Sinaloa (41.2%), Coahuila (40.7%) y Tabasco (39.8%). Por otra parte, las entidades donde el retorno es mayormente masculino, con una baja proporción de mujeres, son Yucatán (23.3%), Quintana Roo (23.5%), Campeche (25.0%), Hidalgo (29.1%) y Oaxaca (29.9%) (Bautista y Giorguli, 2019, p. 17).

En el estado de Veracruz, la población retornada estuvo compuesta por 5.88% en 2010, 5.22% en 2015 y 4% en 2020, lo que indica una presencia constante de retornados en el periodo entre 2010 y 2020. Los años 2010 y 2015 coinciden en proporción, ya que éstos fueron los de mayor incremento en población retornada en el país (Terán, 2022). A partir de todos estos elementos se puede comprender la situación que han vivido los connacionales en EUA y las barreras a las que se enfrentan en su proceso de incorporación a la sociedad mexicana.

Educación y retorno

Para visibilizar los retos que la población migrante de retorno enfrenta al incorporarse al sector educativo, es necesario señalar primero que autores como Jacobo (2022) y Zúñiga y Giorguli (2019) resaltan el hecho de que, por un lado, la mayor parte de las veces los niños, niñas o adolescentes que retornan a México no toman parte de la decisión de regresar y, por otro, que su proceso de socialización puede iniciar o continuar en el contexto estadounidense, particularmente en la escuela, y generar lazos sociales y culturales durante su vida cotidiana. El retorno implica una nueva fase de resocialización compleja que requiere atención por parte de los actores del sector educativo. De acuerdo con Zúñiga et al., (2008) y Hamann y Zúñiga (2011), los alumnos que regresan (transnacionales) experimentan rupturas lingüísticas, académicas y sociales cuando llegan a un país diferente y a un nuevo sistema educativo (Román y Carrillo, 2017).

Para Jacobo y Despagne (2022), se trata de un proceso de adquisición de habitus o de desarrollo de ciudadanía sustantiva. Este proceso puede ser complejo y difícil para algunos jóvenes, ya que como lo argumentan Méndez y Vargas (2013) dentro del espacio escolar los niños experimentan barreras lingüísticas y aislamiento social, y se convierten en seres invisibles ante los docentes.

Por una parte, esta invisibilidad de los niños y jóvenes en la escuela se muestra como una forma de evitar problemas administrativos o desencuentros con los profesores u otros estudiantes, razón por la que tienden a guardar silencio sobre su procedencia o sus experiencias transnacionales. Este silencio provoca también una percepción errónea por parte de los profesores y otros actores educativos hacia estos alumnos que puede afectar su desempeño escolar y su actitud (Mora y Trejo, 2022). En resumen, el acceso a la educación no es un proceso sencillo, sino tardado y complejo, debido al desconocimiento del personal administrativo en temas relacionados sobre todo con la admisión, certificación y revalidación de estudios (Vargas, 2022; Jacobo, 2017; Zúñiga, 2013; Camacho y Vargas, 2017).

Por otra parte, desde inicios de los flujos de migrantes de retorno a México surgieron reflexiones críticas sobre la situación de esta población en las escuelas del país y los desafíos para éstas; en este sentido, Zúñiga et al., (2008) indicaban la falta de preparación de las autoridades educativas mexicanas para poder atender las diversas necesidades académicas de estos niños, niñas y jóvenes retornados. Por tal motivo, esta temática sigue vigente y es recurrente en muchas investigaciones que enfatizan la necesidad de comprender la dimensión pedagógica, lingüística y cultural de estos jóvenes con la finalidad de promover su transición e integración educativas (Despagne y Manzano-Munguía, 2020; Ocampo, 2014; Román y Zúñiga, 2014, Zúñiga y Hamann, 2015; Sánchez y Hamann, 2016).

Los estudios realizados sobre la migración de retorno y la educación superior no son tan vastos como los mencionados anteriormente. De hecho, son muy pocos aquellos trabajos que dan cuenta de las experiencias de jóvenes migrantes de retorno en la universidad. En la búsqueda documental llevada a cabo, se encontraron algunas pistas y abordajes interesantes que nos permiten visualizar las temáticas específicas de estas investigaciones.

Cortez et al., (2015) identifican dos estudios que documentan experiencias de jóvenes migrantes universitarios que regresan a México, en ocasiones acompañados por sus familiares y a veces solos. Éstos se enfrentan a nuevos retos y a la elaboración de estrategias de adaptación para incorporarse exitosamente al nuevo contexto educativo (Cortez y Hamann, 2014; Minjárez, 2012). El trabajo de Cortez et al., (2015) documenta las experiencias de jóvenes migrantes que regresan a una universidad de la frontera norte en la cual se incrementó la matrícula de migrantes de retorno de forma exponencial a partir de 2008. Este estudio examina las experiencias de dichos estudiantes y su relación con las nuevas experiencias sociales y educativas que van desarrollándose en un ambiente universitario, así como los imaginarios sobre su futuro.

Por su parte, Mora-Pablo y Basurto (2019) reportan las percepciones de alumnos universitarios migrantes de retorno acerca de los desafíos a los que se enfrentan a su regreso a México. Las autoras identifican las experiencias educativas en México y EUA, y relatan los desafíos en el ámbito administrativo y lingüístico. Los principales retos encarados por esta comunidad se relacionan con sus competencias lingüísticas, tanto en español como en inglés. Esta última lengua puede ponerlos en ventaja, tal es el caso de aquellos alumnos que se convierten en profesores de inglés, sin embargo, estas mismas competencias pueden ser motivo de marginación.

De igual manera, Nava et al., (2017) describen el perfil del estudiante universitario repatriado que regresó a México para realizar estudios universitarios, en este caso en la Universidad Autónoma de Tlaxcala. El estudio pone especial énfasis en sus competencias de literacidad académica y disciplinar, en virtud de su baja competencia en español y poco conocimiento de la realidad sociocultural de dicho país. Refieren que además de buscar lugares para estos jóvenes en la universidad, su inclusión debe implicar un trabajo integral en áreas como la enseñanza del español, la alfabetización académica y disciplinar, la contextualización de la agenda mexicana en el desarrollo científico y cultural del país, así como apoyo emocional para ayudar al estudiante a replantear sus objetivos de vida, mismos que tienen un impacto inmediato en su desempeño escolar.

Varias investigaciones han registrado y reportado las experiencias educativas de niños, niñas y adolescentes migrantes de retorno; destacan en común los obstáculos y barreras institucionales a las que se enfrentan las familias de los alumnos y las dificultades pedagógicas y de interacción social una vez dentro de la escuela (Vargas y Camacho, 2015; Vargas y Camacho, 2019; Giorguli et al., 2019; Zúñiga et al., 2008; Zúñiga y Carrillo, 2020). Asimismo, otras han expuesto la necesidad de estrategias o acciones para la atención y permanencia de niños y jóvenes migrantes en las escuelas mexicanas (Jacobo y Cárdenas, 2020; Sánchez y Zúñiga, 2010; Zúñiga, 2013; Despagne y Jacobo, 2016).

No obstante, una de las ausencias importantes ha sido el seguimiento de estudiantes migrantes de retorno en educación superior, lo cual se traduce en insuficientes indicadores que nos permitan visualizar si estos jóvenes continuaron sus estudios superiores en alguna universidad pública y en qué áreas de interés académico construyeron sus trayectorias universitarias. Si bien en esta búsqueda documental se encontraron pocos estudios que registran experiencias migratorias y educativas en el nivel superior (Cortez et al., 2017; Cortez et al., 2015; Mora y Basurto, 2019; Nava et al., 2017; Ángel Lara, 2013; Garrido, 2021), no se descarta la posibilidad de que poco a poco se vayan integrando nuevas investigaciones y hallazgos que nos permitan dar voz a este grupo de jóvenes universitarios y destacar los desafíos a los que se enfrentan en este nivel educativo.

Algunas investigaciones señalan también que muchas de las dificultades con las que se cuentan en el nivel superior se deben a procesos complejos relacionados con la revalidación y equivalencia de estudios cursados en el extranjero. Aunado a esto, se suma la falta de espacios en las instituciones públicas de educación superior, lo cual, según Anderson y Solís, hace que la incorporación de estos jóvenes migrantes a la universidad sea complicada y difícil (Vargas, 2015). Este aspecto se evidencia ante la baja incorporación de los migrantes de retorno a este nivel (Vargas et al., 2019).

Derivado de lo anterior, se considera que la migración de retorno referida en este contexto se relaciona con aquellos estudiantes que fueron llevados por sus padres en edades muy tempranas a radicar en EUA o que nacieron allá. Estos jóvenes realizaron parte de sus estudios en el sistema escolar estadounidense. Son estudiantes que, a raíz del endurecimiento de las políticas migratorias, de la crisis económica global o por razones personales o familiares, tuvieron que interrumpir sus trayectorias y regresar de manera voluntaria o involuntaria a México (Cervantes y Landa, 2023).

Finalmente, se considera la idea de que el escenario de la educación superior es un campo de oportunidades para destacar aspectos pedagógicos, sociales, culturales, lingüísticos y profesionales, entre muchos otros ejes importantes de estudio en este campo. Para el caso de esta investigación, y de acuerdo con los datos que se obtuvieron sobre los estudiantes de retorno que han ingresado a la uv en 2017 y 2018, el estudio se centró en un retorno que incluye a todos aquellos que regresaron a México definitiva o temporalmente después de haber vivido en EUA cinco años o más y que por razones voluntarias o involuntarias tuvieron que regresar.

De igual manera, se sostiene que una educación más inclusiva en las propias universidades debería contemplar las necesidades de sus alumnos y reconocer que cuentan con capacidades y habilidades diferentes (Niembro et al., 2021). Los estudiantes de retorno disponen de habilidades y capacidades que los hacen singulares, sin embargo, muchas veces se desconocen sus necesidades y no se integran a la comunidad estudiantil. En este sentido, dichos autores destacan que es necesario responder a la diversidad y necesidades de los estudiantes fomentando la participación en actividades culturales y comunitarias. Esto vuelve al individuo parte de la comunidad y lo integra dentro y fuera del contexto educativo.

La Universidad Veracruzana ante la migración de retorno

La Universidad Veracruzana es una institución de educación superior, pública y autónoma. Su fundación data de 1944 y obtiene su autonomía en 1996. De acuerdo con datos oficiales de la propia institución, su presencia abarca todo el estado de Veracruz. Las sedes regionales con las que cuenta son Xalapa, Veracruz, Orizaba-Córdoba, Poza Rica-Tuxpan y Coatzacoalcos-Minatitlán, y abarca 27 municipios de dicha entidad federativa. Por su matrícula, la uv se ubica entre las cinco universidades públicas estatales de educación superior más grandes de México (Universidad Veracruzana, 2023).

La oferta académica de la uv se calcula en más de 300 programas educativos de nivel técnico, técnico superior universitario, licenciatura y posgrado; además, cuenta con una oferta diversa en educación no formal, como el aprendizaje de idiomas, talleres de arte, de música y otros más, dirigidos a estudiantes extranjeros. La oferta educativa formal se organiza en las siguientes áreas académicas: Artes, Ciencias Biológico-Agropecuarias, Ciencias de la Salud, Económico-Administrativa, Humanidades, Técnica. En suma, las funciones sustantivas que la uv promueve son la docencia, la investigación, la difusión de la cultura y la extensión de los servicios universitarios, las cuales se vinculan con los diferentes sectores sociales.

A través de la creación del Programa de Atención a Migrantes de Retorno (PAMIR) en 2017, la uv respondió al llamado nacional de ANUIES, cuyo principal objetivo se basaba en proponer estrategias de apoyo para que los jóvenes que vivían o estudiaban en EUA pudieran concluir sus estudios en alguna institución de educación superior en México. A raíz de esto y con el apoyo de la ANUIES, se crea el programa PUENTES,[2] cuya intención es que jóvenes migrantes de retorno retomen o concluyan sus estudios superiores. Bajo la tutela de la Dirección General de Relaciones Internacionales de la Universidad Veracruzana, el PAMIR promueve orientación específica de los procesos administrativos desde que se aspira a ingresar a la uv hasta lograr la titulación (PAMIR, 2023). De igual manera, este programa trata de vincularse con investigadores, académicos y administradores a fin de convertirse en un punto de encuentro y de guía para estudiantes de retorno. Desde esta iniciativa, se considera que el apoyo institucional es primordial para cobijar aquellos proyectos que nacen de la reflexión y el diálogo académico interesado en atender necesidades sociales. El PAMIR es un ejemplo a nivel nacional de lo anterior, toda vez que surge de la necesidad de reconocer la presencia de los estudiantes migrantes de retorno en la uv. Este programa dio como resultado un proyecto de intervención comunitaria que ha atravesado por diferentes etapas hasta llegar a su estadio actual (Garrido de la Calleja, 2021).

Analizando el ingreso 2017 y 2018

A través del contacto con personal del PAMIR y de una búsqueda documental, se obtuvieron datos generales sobre el ingreso 2017 y 2018. Esto requirió, en un primer momento, de un análisis general sobre los datos proporcionados. En un segundo momento, se realizó una detección de los estudiantes que entrarían en la categoría de migrantes de retorno. Los criterios de esta selección fueron una estancia en EUA de 5 años o más y la aceptación a la institución después de haber presentado el examen general de ingreso a la universidad. Una estancia mayor a 5 años permite comprender un trayecto de vida prolongado e inserto en el sistema educativo estadounidense.

Posteriormente, se identificaron las áreas académicas y carreras en las que esta población se encontraba inscrita en 2017 y 2018, así como las modalidades de estudio y las regiones en las que estudiaba; también se detectaron los años de retorno a México y los lugares de origen de estos estudiantes. Estos análisis permiten visualizar una realidad no tan conocida y poco estudiada en dicha temática, por lo que se considera que los hallazgos pueden permitir una mejor comprensión de la realidad a fin de generar insumos que permitan la gestión de acciones y estrategias de apoyo para la integración y seguimiento de estos estudiantes.

Análisis y hallazgos en el ingreso 2017 y 2018

El número total de estudiantes retornados que ingresó a la uv, tras haber sido aceptados en el examen de admisión, fue de 60 en 2017. Cabe mencionar que este número corresponde a aquellos que declararon haber vivido 5 años o más en Estados Unidos. En 2018, el número no varió considerablemente y disminuyó a 59 estudiantes que se inscribieron a diferentes carreras ofertadas por la uv.

En cuanto al número de años en EUA, resultó conveniente e interesante que se tomara en cuenta únicamente a quienes permanecieron cinco años o más. La finalidad de esto fue poder identificar a aquellos que vivieron procesos de inmersión prolongados y directamente vinculados con el sistema educativo de aquel país, lo cual revelaría que su retorno podría resultar complejo. En este sentido, en el Cuadro 1 se puede apreciar el número específico de años que vivieron en ese país. Destaca el hecho de que tanto el número mínimo de 5 años como el máximo de 10 años o más son los rubros con mayor número de estudiantes, 12 y 15 respectivamente; mientras que en los demás años se observa una ligera disminución de estudiantes.

Cuadro 1. Total de estudiantes migrantes de retorno del ingreso 2017, distribuidos por el número de años que vivieron en EUA

Ingreso 2017

Años viviendo en EUA Número de estudiantes
Más de 10 años 15
10 años 6
9 años 3
8 años 9
7 años 6
6 años 9
5 años 12
Total 60

Fuente: elaboración propia con base en datos de PAMIR.

Las áreas académicas más solicitadas

En los análisis de las bases de datos, se observa que tanto un estudiante inscrito en el área de Artes como otro inscrito en el área de Ciencias de la Salud declararon haber vivido únicamente 5 años en EUA. Sin embargo, el área de Humanidades repunta con el mayor número de estudiantes de retorno en el ingreso 2017; fueron 4 estudiantes en dicha área, seguida del área Técnica, con 3 estudiantes. Esto puede sugerir que a pesar del valor agregado que podría representar su competencia lingüística (bilingüismo) y, por ende, su atracción hacia carreas afines a dicha competencia (Mora y Basurto, 2019), se desarrollan otros intereses académicos. En el área Económico-Administrativa también se contabilizaron 3 inscritos. No obstante, en este mismo periodo, pero con 6 años de haber vivido en EUA, identificamos el mismo fenómeno; es decir, el área de Humanidades presenta el mayor número de estudiantes (5), seguido del área Técnica (3) y del área Económico-Administrativa (1).

Un total de 6 estudiantes que vivieron 7 años en EUA se distribuyó de la siguiente manera: el área de Ciencias Biológico-Agropecuarias contó con un estudiante; de igual manera, el área Técnica; las áreas de Humanidades y Económico-Administrativa contabilizaron 2 inscritos cada una. En este mismo año de ingreso, 2017, el menor número de estudiantes inscritos comprende a quienes mencionaron haber vivido 7 y 9 años en EUA; 3 estudiantes fueron los únicos que vivieron 9 años en este país y se matricularon en Humanidades, Ciencias de la Salud y Ciencias Biológico-Agropecuarias, lo cual revela una variedad en los intereses académicos de los estudiantes.

El área de Humanidades no figura entre aquellos estudiantes que vivieron 8 años en EUA, lo cual demuestra nuevamente otros perfiles e intereses entre los jóvenes de retorno; esto también se hace evidente entre quienes declararon haber vivido 10 años o más en EUA, ya que el área Económico-Administrativa tuvo 4 estudiantes con respecto a Humanidades (1) y al área Técnica (1). De esta misma manera, notamos que de los estudiantes que vivieron más de 10 años en aquel país se destaca nuevamente en primer lugar el área Económico-Administrativa con 5 estudiantes, seguida de Humanidades con 4 y, en tercera posición, con 3 estudiantes, el área de Ciencias Biológico-Agropecuarias. Con solamente 2 inscritos se encuentra el área Técnica y al final con 1 estudiante el área de Ciencias de la Salud (Gráfica 1).

Gráfica 1. Estudiantes migrantes de retorno del ingreso 2017, distribuidos por áreas académicas y por número de años que vivieron en EUA

Fuente: estimaciones propias con base en datos del PAMIR.

El panorama anterior revela que una de las tendencias que se sigue observando en las decisiones de los jóvenes migrantes de retorno es la de acceder a carreras vinculadas al área de Humanidades; sin embargo, en este análisis se muestra que del total de estudiantes inscritos (60) en 2017, la mayoría optó por estudiar en carreras del área Económico-Administrativa (18), seguida de Humanidades (17) y, en tercer lugar, figura el área Técnica (14). De igual forma, resulta llamativo que en los diferentes años vividos en EUA (desde 5 años hasta más de 10 años) exista una tendencia clara entre las áreas académicas; es decir, que las áreas más solicitadas por los estudiantes, en orden de aparición, hayan sido Humanidades, Económico-Administrativa y Técnica.

Estos resultados muestran claramente que, a pesar del gran interés por las humanidades, muchos estudiantes buscan otros perfiles académicos que pudieran o no estar vinculados con el manejo del idioma inglés. En este mismo año de ingreso a la uv, aunque con menor número, pero con la misma importancia, se identifica a 5 estudiantes tanto en el área de Ciencias de la Salud como en la de Biológico-Agropecuaria, y un solo estudiante inscrito en Artes. En suma, se puede apreciar que en las seis áreas académicas de la uv hubo presencia de estudiantes de retorno, lo que reitera la diversidad de perfiles e intereses académicos de los estudiantes.

Concerniente al ingreso 2018, se identifican algunas coincidencias y diferencias con relación al ingreso 2017. En primer lugar, se observa que de los estudiantes que vivieron 5 años en EUA la mayoría optó por el área Técnica (5), seguida de Ciencias de la Salud (2) y, por último, Económico-Administrativa (1) y Humanidades (1). El área Económico-Administrativa se mantuvo en primera posición entre aquellos estudiantes que vivieron 6 y 7 años en EUA (3). En segundo lugar, una diferencia interesante con respecto a 2017 entre los que declararon haber vivido 8 años en EUA fue sin duda la representación del área de Ciencias de la Salud (5), detrás de Humanidades (6), seguidas de Económico-Administrativa (3). El menor número de inscritos se estableció entre los que pasaron 9 años en ese país, en las áreas Económico-Administrativa (1) y Técnica (1); por su parte, resulta interesante ver nuevamente que tanto el área Económico-Administrativa como Humanidades retoman su posición de áreas más solicitadas entre los estudiantes que vivieron 10 años, con tres inscritos cada una.

Finalmente, aquellos que pasaron más de 10 años en EUA se interesaron por Humanidades (4), seguida de Técnica (2), Económico-Administrativa (2), Ciencias de la Salud (2) y Biológico-Agropecuarias (1). Como se aprecia en la Gráfica 2, las áreas de Ciencias de la Salud y Técnica aparecen recurrentemente como intereses alternos a los presentados en 2017, lo cual refuerza la idea de la diversidad de intereses académicos. Valdría la pena preguntarse si estos intereses están relacionados o no con sus antecedentes migratorios.

Gráfica 2. Estudiantes migrantes de retorno del ingreso 2018, distribuidos por áreas académicas y por número de años que vivieron en EUA

Fuente: elaboración propia con base en datos de PAMIR.

En suma, al contrastar las cifras obtenidas en el ingreso 2017 y en el ingreso 2018, identificamos que las áreas académicas más solicitadas por número de inscritos fueron Económico-Administrativa, Humanidades, Técnica y Ciencias de la Salud (véase Cuadro 2).

Cuadro 2. Áreas académicas más solicitadas en la uv por estudiantes migrantes de retorno

Año de ingreso a la Universidad Veracruzana Áreas más solicitadas Total de estudiantes
Ingreso 2017 Económico-Administrativa 18
  Humanidades 17
Técnica 14
Ciencias de la Salud 5
Biológico-Agropecuarias 5
Artes 1
Total 60
Ingreso 2018 Humanidades 16
Ciencias de la Salud 14
Económico-Administrativa 14
Técnica 11
Biológico-Agropecuarias 4
Total 59

Fuente: Elaboración propia con base en datos de PAMIR.

A partir de este estudio, se puede observar las diferentes áreas académicas en las que se insertan los estudiantes retornados de la uv. Al profundizar sobre las carreras más solicitadas, se observa también una variedad en sus elecciones, lo cual señala la diversidad de sus perfiles e intereses. Sus experiencias migratorias, su identidad, su situación familiar, su bilingüismo y su experiencia escolar en México, entre otros elementos, suelen ser factores que en algún momento impactan en las decisiones que van tomando en su vida académica.

En este contexto, las carreras que ofrece la uv se encuentran ubicadas en 5 regiones (Xalapa; Veracruz; Orizaba-Córdoba; Poza Rica-Tuxpan; Coatzacoalcos-Minatitlán) distribuidas a lo largo del territorio veracruzano. Éstas se ofertan en diferentes modalidades: escolarizada, semi escolarizada, abierta, a distancia y virtual. Como se puede observar en el Cuadro 3, el hecho de que haya presencia de estos jóvenes en diferentes carreras de la uv nos permite visualizar, como se ha señalado anteriormente, que los jóvenes migrantes de retorno contemplan diversas opciones de formación para ingresar a la universidad, por lo que se presenta a continuación las carreras con mayor demanda en los ciclos escolares 2017 y 2018.

Las áreas Económico-Administrativa y Humanidades fueron aquellas con los mayores números de inscritos en 2017. En la primera, destaca que la carrera de Contaduría contaba con 5 estudiantes de retorno, seguida por Administración Turística con 4 y Administración con 3. Otras carreras de esta misma área contabilizaron entre 1 y 2 únicamente. En cuanto a la segunda, se observó que predominaron las carreras de Derecho, Enseñanza del Inglés (virtual) y Lengua Inglesa, con 4 estudiantes cada una de ellas. Este resultado hace evidente que carreras relacionadas con el idioma inglés conservan una tendencia en el interés por devenir docente de esta lengua; sin embargo, también es notoria la preferencia para algunos otros por carreras como Derecho (4), Pedagogía (2), Antropología Histórica (1), Antropología Social (1) y Ciencias de la Comunicación (1).

En cuanto al área Técnica, se vislumbra que las carreras de Ingeniería Ambiental e Ingeniería Eléctrica recibieron a 3 estudiantes cada una; y otras como Ingeniería Civil, Industrial y Mecatrónica contaron con 2 inscritos. El menor rango fue para Arquitectura (1) e Ingeniería Mecánica (1). Por otro lado, entre las carreras con menor número de inscritos, se encuentra Medicina Veterinaria y Zootecnia (2), Agronegocios Internacionales (1), Biología (1) y Sistemas de Producción Agropecuaria (1), del área de Ciencias Biológico-Agropecuarias; Enfermería (3), Médico Cirujano (1) y Química Clínica (1), del área de Ciencias de la Salud.

Al contrastar estos datos con lo obtenido en el ingreso 2018, se identifica que las carreras del área de Humanidades con más inscritos fueron Derecho (4), Enseñanza del Ingles (virtual) (3) y Lengua Inglesa (3); entre las carreras con menor número se encuentran Pedagogía (2), Sociología (2) y Lengua Francesa (1). El área Económico-Administrativo contabilizó 14 estudiantes que se insertaron sobre todo en Administración (4), Contaduría (3) y Gestión y Dirección de Negocios (3). Una de las áreas que figuró poco en el ingreso 2017 y que en 2018 estuvo posicionada en el tercer lugar por número de inscritos fue Ciencias de la Salud, con 14 estudiantes, los cuales se distribuyeron de la siguiente manera: Médico Cirujano (3), Psicología (3), Enfermería (3), Cirujano Dentista (3); las carreras con menor número de inscritos fueron Nutrición (1) y Química Clínica (1), como se puede apreciar en el Cuadro 3.

Cuadro 3. Comparativo de las carreras con mayor número de estudiantes de retorno en las diferentes áreas académicas de la UV en 2017 y 2018

Ingreso 2017 Ingreso 2018
Áreas académicas y carreras Número de estudiantes de retorno Áreas académicas y carreras Número de estudiantes de retorno
Área Económico-Administrativa 18 Área Económico-Administrativa 14
Administración 3 Administración 4
Administración de Negocios Internacionales 1 Administración de Negocios Internacionales 2
Administración Turística 4
Contaduría 5 Contaduría 3
Gestión y Dirección de Negocios 1 Gestión y Dirección de Negocios 3
Ingeniería de Software 1 Ingeniería de Software 1
Sistemas Computacionales Administrativos 2 Sistemas Computacionales Administrativos 1
Tecnologías Computacionales 1
Área Humanidades 17 Área Humanidades 16
Antropología Histórica 1 Arqueología 1
Antropología Social 1
Ciencias de la Comunicación 1
Derecho 4 Derecho 4
Enseñanza del Inglés 4 Enseñanza del Inglés 3
Lengua Inglesa 4 Lengua Inglesa 3
Pedagogía 2 Pedagogía 2
Sociología 2
Lengua Francesa 1
Área Técnica 14 Área Técnica 11
Arquitectura 1 Arquitectura 3
Ingeniería Ambiental 3 Ingeniería Ambiental 1
Ingeniería Civil 2 Ingeniería en Electrónica y Comunicaciones 1
Ingeniería Eléctrica 3 Ingeniería Química 4
Ingeniería Industrial 2 Química Industrial 1
Ingeniería Mecánica 1 Químico Farmacéutico Biólogo 1
Ingeniería Mecatrónica 2
Área Ciencias de la Salud 5 Área Ciencias de la Salud 14
Enfermería 3 Cirujano Dentista 3
Médico Cirujano 1 Enfermería 3
Química Clínica 1 Médico Cirujano 3
Nutrición 1
Psicología 3
Química Clínica 1
Área Ciencias Biológico-Agropecuarias 5 Área Ciencias Biológico-Agropecuarias 4
Agronegocios Internacionales 1 Biología Marina 1
Biología 1 Ingeniero Agrónomo 2
Medicina Veterinaria y Zootecnia 2 Medicina Veterinaria y Zootecnia 1
Sistemas de Producción Agropecuaria 1
Área Artes 1
Danza Contemporánea-Ciclo Preparatorio 1
Total 60 Total 59

Fuente: elaboración propia a partir de bases de datos de PAMIR.

En lo concerniente a las regiones y modalidades en las que se encontraban inscritos los jóvenes estudiantes de retorno en 2017, se identifica que la región Xalapa, en modalidad escolarizada, tuvo el mayor número de inscritos (19), seguida por la región Veracruz (14), Poza Rica-Tuxpan (9) y Coatzacoalcos-Minatitlán (2). En menor medida y también en la región Xalapa, se encuentra la modalidad virtual (4) y abierta (2). Las modalidades menos recurrentes fueron el sistema abierto en la región Coatzacoalcos-Minatitlán (2) y en Poza Rica-Tuxpan (1); finalmente, con un solo estudiante, se encuentra la modalidad a distancia en la región Coatzacoalcos-Minatitlán (Gráfica 3).

Gráfica 3. Regiones y modalidades del ingreso 2017

Fuente: estimaciones propias con base en datos de PAMIR.

Lo anterior no dista mucho de lo presentado en 2017, al contrario, la región Xalapa, donde se ubica el mayor número de inscritos (30), se distribuyó en modalidad escolarizada con 24 estudiantes, seguida de la modalidad virtual con 3 y el sistema abierto con 3 inscritos. La región Córdoba-Orizaba se ubicó en segundo lugar con un total de 11 inscritos distribuidos en modalidad escolarizada (9) y abierta (2); mientras que la región Veracruz se ubicó en tercer plano, con 9 estudiantes insertos en modalidad escolarizada y uno en el sistema abierto. Por su parte, en la región Poza Rica-Tuxpan se identificaron a 5 estudiantes en modalidad escolarizada, seguida de la región Coatzacoalcos-Minatitlán, con 3.

En ambos ingresos se aprecia que la región de Xalapa representa un punto importante de aglomeración estudiantil, además, se le conoce como una ciudad universitaria debido a la diversidad y alternativas en materia cultural y educativa a nivel superior. Esto se explica debido a que Xalapa concentra el mayor número de facultades por región y área académica (32), de acuerdo con datos emitidos por la Dirección de Administración Escolar (2023). Se puede inferir que para los estudiantes retornados puede resultar atractivo estudiar en la capital del Estado dada la amplia oferta educativa y las ventajas económicas para la vida estudiantil. Asimismo, para muchos estudiantes originarios de otras localidades, esto se convierte en otra experiencia migratoria, aunque interna y relacionada con estudios.

Gráfica 4. Regiones y modalidades del ingreso 2018

Fuente: estimaciones propias con base en datos de PAMIR.

De acuerdo con los registros analizados, el retorno de estos jóvenes a México se da desde antes de 2002 y hasta 2017. Estos datos nos permiten relacionar su posible inserción al sistema educativo mexicano inmediato a su retorno y su incorporación a la uv. De esta manera, como se puede apreciar en el Cuadro 4, los años de retorno con mayor número de estudiantes fueron 2008 (8), 2009 (9), 2010 (7) y 2011 (10). Al comparar estas cifras con los años de retorno que declararon los 59 estudiantes que ingresaron en 2008 a esta universidad, se destacó entonces que el 2008 marca una diferencia con los años anteriores del retorno en ambos ingresos (2017 y 2018), siendo justamente a partir de 2008 en donde se alcanza a visualizar un aumento importante de estudiantes que retornaron y se incorporaron en 2017 y 2018 a la uv.

Esto nos permite comprender que muchos de ellos regresaron en ese año a continuar sus estudios de secundaria y/o bachillerato y posteriormente ingresaron a la uv. Además, ese año se vincula con las causas del retorno a partir de la crisis financiera que iniciara en EUA y las medidas fronterizas derivadas de las políticas migratorias, lo que detonó una serie de acciones antiinmigrantes que provocaron retornos masivos voluntarios e involuntarios hacia México. Estas medidas tuvieron su impacto en el país en los años siguientes y se evidencian en los periodos comprendidos entre 2008 y 2012, en los que se registraron mínimos de 6 y máximos de 12 estudiantes de retorno inscritos en dicha casa de estudios.

En contraste y no menos importante, se identifica que en ciertos años (2003, 2005, 2006, 2007, 2012, 2013, 2014, 2015, 2016, 2017 y 2018) se cuenta con registros mínimos que van de 1 a 5 estudiantes que ingresaron a la UV; estos indicadores muestran que desde antes de 2002 y hasta 2018 sigue habiendo estudiantes de retorno que buscan la manera de realizar sus estudios universitarios en diferentes áreas académicas. Asimismo, esto subraya la importancia de dar a conocer este tipo de información, la cual puede ser de referencia o apoyo para el interés de académicos y de los propios estudiantes retornados y no retornados (véase Cuadro 4).

Cuadro 4. Comparativo de los años de retorno a México de los estudiantes que ingresaron a la UV en 2017 y 2018

Año de retorno a México Total de estudiantes del ingreso 2017 Año de retorno a México Total de estudiantes del ingreso 2018
Antes de 2002 2 ——— —–
2002 1 2002 0
2003 0 2003 1
2004 5 2004 0
2005 1 2005 1
2006 2 2006 4
2007 3 2007 4
2008 8 2008 11
2009 9 2009 6
2010 7 2010 12
2011 10 2011 6
2012 4 2012 7
2013 4 2013 2
2014 1 2014 0
2015 1 2015 1
2016 1 2016 2
2017 1 2017 1
2018 1

Fuente: elaboración propia con base en el análisis realizado a los datos de PAMIR.

Al retomar las estimaciones anteriores, se observa que el fenómeno del retorno ha tenido un impacto importante en el sistema educativo del estado de Veracruz, lo cual responde en gran medida a los lazos históricos, familiares e identitarios de esta población con sus lugares de origen.

De acuerdo con Gandini et al., (2015) entre 2000 y 2010 el retorno de EUA aumentó en 209%, al pasar de 267 000 a casi 826 000 casos, cifras que se reflejaron en todo el territorio y no únicamente en las regiones tradicionales. Este incremento se fue dando con diversa intensidad y llama la atención que en este periodo la región sur-sureste presentó un aumento de 491.9% entre 2000 y 2010, lo cual representó 21.9% del total del periodo. Sobre este aspecto, destacan las entidades federativas de Veracruz, Oaxaca, Guerrero y Chiapas (Gandini et al., 2015, p. 93). Este aumento de población retornada se hizo presente en las aulas de la uv a partir de dichos periodos registrados y continúa representando un reto para diferentes actores de esta universidad.

A partir de los registros analizados, se detectó que los municipios de procedencia de estos estudiantes son variados y algunos concentran el mayor número de inscritos en ambas cohortes. Se observó, por ejemplo, que los inscritos en 2018 procedían de 28 municipios del estado de Veracruz, 3 municipios de Oaxaca y 1 de Guerrero; mientras que los inscritos en 2017 eran procedentes de 34 municipios de Veracruz, 2 de Oaxaca y 1 de Chiapas. Se destaca que en ambos periodos Xalapa es la ciudad de procedencia de la mayor parte de estos estudiantes (8 en 2017 y 16 en 2018), seguida del municipio de Veracruz (8 en 2017 y 6 en 2018); 4 inscritos provenían de Córdoba (en 2018); 3 de Papantla y 3 de Alto Lucero de Gutiérrez Barrios (en 2017). Finalmente, se observó que 2 estudiantes procedían de 2 municipios de Oaxaca en 2017 y otros 3 del mismo estado en 2018; otros estudiantes provenían de Chiapas (1) y Guerrero (1) en 2017 y 2018, respectivamente.

Cuadro 5. Lugares de procedencia

Lugar de procedencia Total de inscritos en 2017 Total de inscritos en 2018
Xalapa 8 16
Veracruz 8 6
Papantla 3
Alto Lucero de Gutiérrez Barrios 3
Córdoba 4

Fuente: estimación propia con base en datos de PAMIR. Esta tabla corresponde al mayor número de inscritos en 2017 y 2018 por municipio de procedencia.

Conclusiones

Los análisis aquí presentados revelan en cierta medida algunos datos importantes vinculados con el estatus escolar de los jóvenes migrantes de retorno que iniciaron sus trayectorias escolares en la Universidad Veracruzana. Sin embargo, haría falta continuar con este tipo de análisis para destacar cuántos estudiantes lograron egresar de las carreras a las que ingresaron en 2017 y 2018.

Se concluye entonces que las áreas académicas más solicitadas en la uv por los estudiantes migrantes de retorno, en relación con el número de inscritos en el ingreso 2017 y 2018, son encabezadas por Humanidades (33) y Económico-Administrativa (32), seguidas del área Técnica (25), Ciencias de la Salud (19), Ciencias Biológico-Agropecuarias (9) y Artes (1). Éstas conforman un total en el bienio 2017-2018 de 119 estudiantes que retornaron a México de EUA y vivieron 5 años o más en ese país.

La presencia de estos jóvenes se reflejó en todas las áreas académicas, lo cual indica que a lo largo de las sedes de la uv es necesario sensibilizar a la comunidad universitaria sobre esta realidad del retorno y al mismo tiempo dar a conocer los perfiles de esta población con el fin de visibilizarlos y darles seguimiento. En este mismo sentido, sería interesante conocer si continuó la misma tendencia en los ingresos subsecuentes al 2018 y comparar las cifras obtenidas en un quinquenio.

En cuanto a las carreras con mayor número de inscritos en ambos periodos, destacan las licenciaturas en Contaduría (8), Administración (7), Derecho (8), Enseñanza del Inglés (virtual) (7), Lengua Inglesa (7), Arquitectura (4), Ingeniería Ambiental (4), Enfermería (6), Médico Cirujano (4), Medicna Veterinaria y Zootecnia (3). Esto permite visualizar la diversidad de licenciaturas en las que se encuentran estos jóvenes e identificar las más recurrentes a lo largos de estos periodos.

Resalta el hecho de que en los análisis hubo presencia de estos estudiantes de retorno en todas las regiones y modalidades de la uv. Sin embargo, la modalidad escolarizada y la región Xalapa fueron las que contaron con mayor número de registros. Por lo tanto, se le considera la más solicitada por número de inscritos en ambos periodos y por la variedad de su oferta educativa.

Un tercer aspecto por resaltar es que entre 2008 y 2012 se registró la mayor densidad de estudiantes de retorno, cuyos lugares de procedencia eran las ciudades de Xalapa, Veracruz y Córdoba. Estos jóvenes retornados y sus familias forman parte de los miles de personas retornadas voluntaria o involuntariamente a México durante los mandatos de Barack Obama (2009-2017) y Donald Trump (2017-2021), principalmente.

Si bien falta mucho que investigar y analizar en el nivel superior, se considera que este estudio permite tener una idea clara de cuáles son las áreas académicas, carreras y, por ende, tendencias en los intereses de estos jóvenes. Esto permitiría explorar más a fondo a fin de implementar proyectos para el seguimiento de estudiantes y egresados de retorno. El hecho de conocer un poco más sobre los perfiles académicos de los estudiantes de retorno (áreas académicas, carreras, regiones, modalidades, años de retorno y lugares de procedencia) propicia un acercamiento a esta realidad de la migración de retorno en la que dichos jóvenes universitarios se encuentran inmersos y tratan de construir sus trayectorias escolares con las mismas oportunidades que los estudiantes no migrantes.

A modo de cierre, se considera la necesidad de indagar más sobre las barreras u obstáculos que identifican los jóvenes migrantes de retorno en la universidad para poder comprender mejor el tipo de trayectorias que van desarrollando durante su transitar en la uv. Este tipo de investigaciones contribuiría al campo de la migración de retorno en la educación superior y, a nivel local, permitiría proveer de insumos a dicha casa de estudios a través del PAMIR.

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[1] Landa, Á. (2024). Migración de retorno y Educación Superior: Trayectorias escolares en la Universidad Veracruzana [Tesis de Doctorado]. Universidad Veracruzana, Xalapa, México.

[2] Programa Universitario Emergente Nacional para la Terminación de Estudios Superiores (PUENTES); a través de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), se hace extensiva la convocatoria a nivel nacional. Este programa es una iniciativa gubernamental que pretende apoyar a que estos jóvenes puedan revalidar e incorporarse a los estudios universitarios que, por su situación migratoria, hayan dejado inconclusos. Al respecto véase: http://www.anuies.mx/noticias/el-programa-puentes-respaldar-a-jvenes-repatriados-anuies.


  1. Mexicano. Maestro en Educación por la Facultad de Pedagogía, Universidad Veracruzana (UV), México. Actualmente es Profesor de Tiempo Completo de la Facultad de Idiomas de la Universidad Veracruzana (UV), México, cuenta con el Perfil Deseable PRODEP. Líneas de investigación: procesos de enseñanza-aprendizaje en lenguas y culturas extranjeras, tecnología educativa, interculturalidad y migración de retorno. Contacto: anlanda@uv.mx.

  2. Mexicana. Doctora en Letras y Maestra en Literatura Comparada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), México. Actualmente es Investigadora de Tiempo Completo en el Instituto de Investigaciones en Educación de la Universidad Veracruzana (UV), México. Es Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), Nivel I, y Perfil Deseable PRODEP. Líneas de investigación: educación intercultural, interculturalidad, literatura, traducción. Contacto: ivillegas@uv.mx.